Puede que hacerlo tú mismo no te parezca mala idea. Pero piensa lo que conlleva:
● Comprar la pintura.
● Calcular cantidades
● Saber qué tipo de pintura es la idónea para las distintas superficies
● Comprar otras herramientas adicionales.
● Invertir tu tiempo de ocio en esa tarea.
● Manchar suelos o muebles.
● Posibles accidentes domésticos
Pintar es laborioso y si no eres profesional se puede convertir en una tarea complicada